A continuación relato mi experiencia como usuaria de silla de ruedas y mi estadía como pasajera de un renombrado Hotel del sur de Chile. Cada dos años un grupo de amigos de la universidad se reúnen para compartir junto a sus respectivas familias. Este fue nuestro tercer encuentro, realizado en el Gran Hotel Pucón y lamentablemente no estuvo exento de inconvenientes.
Durante el proceso de consultas con el Ejecutivo de Reservas, Red Hotelera Turismo Operador, utilizaban el término “habitación minusválidos” para referirse a la habitación accesible, lo que habla del poco avance en el sector turismo para entregar información sobre la accesibilidad del servicio hotelero. Como no había disponibilidad de la habitación accesible nos ofrecieron una alternativa, queríamos una pieza en la que pudiera acceder y moverme sin dificultades. Insistimos en que nos indicaran anchos de puertas, condiciones del baño, etc.; la respuesta no fue rápida y al parecer nada fácil que ellos pudieran conseguir la información. Lograron darnos el ancho de las puertas y enviarnos fotos, pero no del baño, … se pierde la paciencia preguntando detalles que para uno son fundamentales. Si estuvieran capacitados en temas de accesibilidad y en dar información sobre las habitaciones sería todo más fácil… La mejor opción que nos ofrecieron para mi grupo familiar fue una habitación superior triple en el hotel, ubicada en el 1er. piso …que en realidad estaba en 3ero. Nos dijeron que era amplia, al igual que el baño, y el valor, altísimo para nuestro presupuesto.
Y llegó el gran día de la junta!. Mi preocupación constante es tener la seguridad de que podré usar mi silla de ruedas eléctrica ya que así me siento más autónoma y puedo ir donde yo quiera. Al llegar al Hotel me percaté que contaba con 2 estacionamientos exclusivos demarcados y pintados en la entrada principal, pude bajar del vehículo y subir a mi silla. En movimiento empecé a mirar por donde debía entrar y me encontré con un desnivel que, a pesar de no ser tan alto, para cualquier persona con movilidad reducida es un gran obstáculo!… Existía la alternativa de una diminuta rampa por donde subí con mi silla de ruedas, luego por otra rampa de acceso hasta la puerta del hotel… soluciones bastante rústicas y artesanales… no a la altura de un Hotel tan prestigioso.
Listo el check in fuimos directo al ascensor, mi silla eléctrica pasaba raspando. Entré de frente, el espacio interior era muy reducido, … tuve que acomodar mi pié para que la puerta del ascensor pudiera cerrar.
Subimos al 3er. piso y llegamos a la habitación… la puerta efectivamente era ancha y pude entrar. El baño, de puerta ancha y más amplio que los baños normales, pude entrar con la silla y con asistencia hacer uso de el sin problemas. No contaba con barras de apoyo, ni siquiera en la tina, algo que es normal observar hoy en todos los baños de habitación de un Hotel. El dormitorio era amplio, además de una linda vista al lago.
Mi grupo familiar estaba alojado en una habitación, las demás familias estaban distribuidos en distintos departamentos del Condominio del Hotel. Para acceder a esos sectores debía sortear algunos obstáculos:
Uds. dirán: ¡es accesible! ¡hay rampas!… efectivamente hay rampas… pero en la mayoría de ellas tuve que bajar retrocediendo (con apoyo para no volcarme) porque sobrepasaban con creces la pendiente máxima tolerable. Algunas rampas eran solo un poco más anchas que mi silla, un movimiento en falso y podía terminar en accidente.
En el trayecto hacia la piscina temperada del hotel también me encontré con rampas muy empinadas las que pude sortear retrocediendo para sentirme más segura. La rampa de acceso a la piscina… es del terror! … única «forma accesible» de llegar a la piscina temperada. La piscina no cuenta con asiento hidráulico para poder ingresar. Tuve que conformarme con mirar desde la ventana a mi familia y amigos que disfrutaban del agua, no me atreví a bajar por la rampa y tampoco podía acceder al agua.
Tampoco existe alguna opción de acceso al lago… sólo pude verlo de lejos…
No encontré alguna señalización que indicara accesibilidad, el personal esquivo a ofrecer o indicar los lugares a los que podría acceder sin problemas.
La salida peatonal del Hotel carece de rebajes para acceder a la vereda, debiendo salir por la entrada de vehículos y continuar hasta la próxima esquina por el medio de la calle.
No era la única pasajera hospedada en el hotel en silla de ruedas… había otra mujer con un grupo de amigas… me atreví a hablarle para escuchar una segunda opinión y conocer su experiencia en el hotel y con su habitación. Ella me comentó que en el momento de reservar indicó que era usuaria de silla de ruedas y por lo tanto requería una habitación accesible. En el momento que llegó a la habitación se dio cuenta que el baño era diminuto … por lo cual exigió cambio de pieza ya que ella había avisado que necesitaba un baño accesible.
Estando allí me preguntaba si tendrán considerado algún plan de emergencia en caso de incendio o un temblor fuerte… ¿sabrán reaccionar frente a una emergencia de éstas características considerando que sólo ese fin de semana habían 2 personas en silla de ruedas, varias personas de la 3era. edad, mujeres embarazadas y niños?
Un Hotel muy bonito, amplio, preciosa vista al lago con playa de arena volcánica, pero para que pueda ser llamado «Gran Hotel», tiene que estar preparado para recibir a todos los turistas, independiente de la condición de movilidad o sensorial de cada uno.
@PtomonttAxeSOS
