Iquique Ciudad Inclusiva (3) | Pavimento podotáctil

cruce peatonal con placas tactiles de color amarillo y aviso audible de cruce

En las calles O´Higgins, Bulnes y alrededores nos encontramos con los trabajos del proyecto piloto “Iquique Ciudad Inclusiva” (ICI). Desde nuestra experiencia queremos comentar y analizar los primeros resultados de este proyecto que interviene algunas esquinas mejorando los rebajes de vereda e incorporando placas podotáctiles de advertencia y guía.

señales sonoras y vibrotáctiles para indicar dirección y el momento en que se puede iniciar el cruce

Uno de los aspectos positivos es la incorporación de equipos de señales sonoras para orientar en el cruce peatonal, un recurso establecido en la norma pero de escasa aplicación en el país y que favorece la seguridad y desplazamientos de personas ciegas o de baja visión.
En lo que se refiere a la instalación de información táctil, los fundamentos de nuestro análisis se basan en un estudio realizado sobre los resultados del uso y criterios instalación de pavimento o información podotáctil en el espacio público en Chile y en el extranjero, donde se analizaron prácticas y normativas de Chile, Austria, España, USA, Alemania, Francia, Australia e Inglaterra (aún no publicado).

rebaje amplio de tres pendientes con placas podotactiles de textura de alerta color amarillo

1)    Un aspecto que destaca en estos trabajos es el mejoramiento de los rebajes de los cruces peatonales siguiendo un diseño de 3 pendientes (alas) todas ellas con un cálculo aprox de máximo de 6% de pendiente. La norma en Chile indica que el largo de la rampa no puede superar los 1,5 m de longitud y la pendiente de la rampa en todo su largo no puede exceder el 12% de pendiente. Para superar la altura  estándar entre calzada-vereda con una pendiente inferior a un 12% se requiere un largo mayor al 1,5m de largo de rampa máximo establecido en la OGUC. El caso de Iquique demuestra que bajar el porcentaje a un 6% extendiendo la longitud de la rampa (por sobre lo permitido) da muy buenos resultados en los casos en que se dispone de ancho suficiente de vereda. Un 12% de pendiente es una medida muy elevada para estándares de accesibilidad. *Las placas podotáctiles fueron creadas en USA, donde la pendiente máxima tolerada para cruces peatonales es de 6%. Si importamos las placas debemos importar también la norma.

placa podotáctil de alerta embutida en el pavimento

2)    Otro aspecto positivo es el uso de placas táctiles embutidas en el pavimento. Este sistema permite que la placa quede enrasada con el piso, lo cual ofrece mayor comodidad y seguridad que otros elementos de este tipo que se instalan sobrepuestos y que generan puntos de conflicto para los peatones ya que requieren de una instalación y mantención prolija, en general ausente. La placa sobrepuesta requiere de una perfecta terminación del pavimento donde es fijada para no generar pequeños desniveles que pueden llegar a ser peligrosos para personas mayores.

3)    La tercera observación positiva es que las texturas de alerta o guía son fácilmente detectables principalmente porque se encuentran circunscritas entre pavimento sin textura, condición indispensable y que no se ha comprendido en el uso de “baldosas” táctiles que se confinan entre otras baldosas con variadas  texturas haciendo muy difícil su detección.

4)    El hormigón utilizado como pavimento de las intersecciones peatonales y los respectivos rebajes de vereda es un excelente material por sus propiedades antideslizantes, no compite con otras textura y resulta más barato que las baldosas, las que al poco tiempo terminan sueltas, causando tropiezos y complicaciones en el circular de las personas. La experiencia habla por sí sola sobre lo difícil que resulta la permanente mantención y reparación de veredas con baldosas.

demarcación en la calzada para el cruce peatonal es confuso y no coincide con el rebaje

5)      Un aspecto poco abordado como parte de un cruce peatonal son las líneas demarcatorias de la calzada. La demarcación es la “continuación” del espacio peatonal que debe estar en buen estado, alineada y demarcada notoriamente para  encaminar y guiar la circulación peatonal a través de la calzada y su ancho debe corresponder al rebaje que lo enfrenta con un mínimo de 1.20m.

placa podotáctil de advertencia previa al cruce peatonal instalada sobre la rampa del rebaje en el encuentro con la calzada
placa podotáctil de advertencia previa al cruce peatonal instalada sobre la rampa del rebaje en el encuentro con la calzada

6)    La placa podotáctil de advertencia previa al cruce peatonal se instaló sobre la rampa del rebaje en el encuentro con la calzada al igual como se realiza en USA y otros países. La norma chilena (DS50) indica que el elemento podotáctil debe ser instalado antecediendo el inicio de la rampa sobre la vereda. Uno de los argumentos que estableció esta condición fue que el pavimento de alerta tradicional instalado en Chile era muy rugoso y al ser puesto sobre la rampa afectaba el paso de las sillas de ruedas.  Las pendientes habituales de rebajes de vereda en Chile son igual o superiores al 12%, algo que no sería compatible con la instalación de la placa táctil de alerta sobre la rampa.

7)    La guía de textura acanalada, se utiliza para guiar o encaminar a personas ciegas o de baja visión. Existe una característica de diseño implementado en estos trabajos con la que no concordamos y se refiere a la instalación de guía táctil de avance a lo largo de toda la vereda, exigencia normativa establecida en el DS50 en veredas de ancho mayor a 3 metros. El criterio y práctica general analizada en la investigación  muestra que el uso de esta guía se reserva para encaminar desde los cruces peatonales hacia la línea de edificación o hacia un elemento horizontal y continuo a lo largo de la vereda o ruta peatonal en el espacio público.

Existiendo una línea de fachada consideramos innecesaria la instalación de una guía de avance a lo largo de toda la vereda. El esfuerzo debiera conducir a mantener despejada esa área y alinear todos los elementos adicionales (señalizaciones, asientos, basureros letreros publicitarios, etc.) en el borde exterior hacia la calzada.

guía podotáctil de avance a lo largo de una vereda y paralela a una edificación
guía podotáctil de avance a lo largo de una vereda y paralela a la línea de fachada
guía podotáctil de avance a lo largo de una vereda y paralela a la línea de fachada y asientos dispuestos en línea con la calzada

La franja de guía podotáctil direccional es necesaria cuando el itinerario peatonal no dispone de línea de fachada o elemento horizontal que materialice físicamente el límite edificado a nivel del suelo. En esos casos se debiera instalar en sentido longitudinal a la dirección del tránsito peatonal, sirviendo de guía o enlace entre dos líneas edificadas.

El fundamento es que la vereda en sí debe ser un espacio de circulación seguro, con pavimento estable, sin elementos sueltos, de superficie homogénea, antideslizante, libre de obstáculos, gradas o cualquier barrera que dificulte el desplazamiento y percepción de su recorrido.

Una persona ciega o de baja visión debiera circular por la vereda, apoyada por la línea de edificación con la absoluta seguridad que se trata de un espacio seguro y libre de riesgos.

Lo observado hasta ahora nos indica que nuestras veredas no cumplen con esta definición, se instalan guías de “avance seguro” y estas son permanentemente obstaculizadas y bloqueadas con diversos elementos, autos estacionados, letreros, asientos, etc. perdiéndose el objetivo y la confianza para utilizarlas como medio seguro de guía. 

Los primeros esfuerzos deben ir a mejorar las condiciones de las veredas para que sean seguras y confiables para todos los peatones, en especial para aquellos con dificultades visuales. La inversión y costo de instalar guías a lo largo de la vereda cuando aun así no cumplirán su función nos parece innecesaria.

guía podotáctil de avance a lo largo de una vereda y paralela a la línea de fachada con asientos y letreros muy cercanos a ésta
guía podotáctil de avance a lo largo de una vereda donde se ven asientos puestos sobre ésta y carteles

Ya es posible encontrar veredas donde la guía táctil deja de cumplir su objetivo. La línea de fachada se debe mantener despejada, todo elemento alineado a la orilla de la calzada y fiscalización de automóviles estacionados sobre la vereda.

autos estacionados sobre la vereda uno de ellos casi encima de la guía táctil de avance
máquina de helados dispuesta sobre la vereda encima de la guía podotáctil de avance

Parte importante del éxito de la instalación de información táctil en las ciudades depende de la uniformidad y patrones de instalación que puedan ser enseñados y aprendidos y ese es el mayor problema que vemos respecto a la instalación general en Chile. Se debe reestudiar el tema y definir patrones comunes de instalación considerando los diferentes materiales que existen (baldosas, placas u otros) pero sujetos a que expresen una lectura común de riesgos, guías, lugares de instalación, distancias, dimensiones, etc.

Las veredas requieren de una fiscalización periódica que asegure el necesario ordenamiento de la ciudad y la movilidad de las personas de todas las edades y habilidades en condiciones seguras.

Es necesario avanzar paralelamente en la mantención de aquellas veredas y cruces peatonales cercanos y para no llegar al evidente deterioro que se observa en las cercanías. Una “ruta accesible” aislada no sirve, se debe ir extendiendo con reparaciones puntuales para lograr continuidad en las circulaciones accesibles hacia los distintos puntos de la ciudad.

rebaje de veredas con baldosas quebradas y algunas faltantes
vereda de cemento en muy mal estado
vereda en mal estado faltando baldosas

Fotos: Alrededores muy deteriorados en lugares muy concurridos como el Mercado y otros cercanos.

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