Accesibilidad en terrenos con pendiente
La aplicación del diseño universal en terrenos con pendientes incorpora importantes desafíos a la accesibilidad. Se deben alcanzar, en la mayor medida posible, rutas accesibles para los itinerarios peatonales. Si las pendientes naturales exceden los parámetros practicables hay que buscar opciones de vías transversales que permitan el desplazamiento peatonal hacia áreas de servicios o hacia el transporte público. Esto dependerá de las exigencias que se impongan a futuras urbanizaciones, priorizando el cumplimiento de la normativa de accesibilidad universal en calzadas y veredas por sobre los lotes o terrenos del proyecto.
En las intersecciones viales se presentan los mayores conflictos para las diferentes formas de movilidad que convergen en un mismo sector (autos, transporte público, ciclos y peatones). En consideración al del DS50 OGUC sobre accesibilidad universal y la actual jerarquía donde los peatones son los usuarios más vulnerables de las vías, se hace necesario replantear algunas prácticas de urbanizaciones en zonas de pendiente para cumplir con veredas más seguras y accesibles.
Esto sólo será posible entendiendo la importancia de aplicar un criterio y diseño inicial que considere como mínimo dos acciones principales: Asegurar un plano horizontal en las intersecciones y un diseño de veredas con diferencia de nivel estándar y constante con la calzada.
1. Asegurar un plano horizontal en las intersecciones
En las intersecciones convergen las vías vehiculares, peatonales y ciclovías, si hubiera. El diseño de un plano horizontal para las intersecciones viales asegurará que la ruta accesible pueda proyectarse a través de la calzada sin perder sus características.
Este plano horizontal debe incorporar no solamente la calzada (lo que suele ocurrir) sino también las áreas que comprenden las veredas y cruces peatonales
No podrán existir veredas y cruces accesibles si no se incorporan esas áreas a los planos de las intersecciones en las calzadas. Es vital que las municipalidades, al aprobar proyectos nuevos de urbanización, exijan que las intersecciones sean diseñadas como un plano horizontal, de lo contrario las pendientes transversales y longitudinales en los cruces peatonales difícilmente podrán ser accesibles.
La zona verde en la figura indica el área de la intersección que debe ser diseñada en un plano horizontal (calzada y aceras). Este concepto debe ser integrado en la planificación de proyectos nuevos y también aspirar a las necesidades de accesibilizar los cruces peatonales.
Estas 4 fotografías muestran intersecciones con ausencia de una zona horizontal que incluya la calzada y veredas a un mismo nivel. Exponen los cruces peatonales a pendientes transversales imposibles de salvar en silla de ruedas.
Las vías transversales a las pendientes naturales deben procurar un diseño con mínima pendiente para facilitar y ampliar las opciones de desplazamiento de las personas con discapacidad, adultos mayores y comunidad en general en dicha dirección conectando con lugares cercanos como comercios, colegios y hacia los puntos de parada de transporte público.
2. Diseño de veredas con diferencia de nivel constante con la calzada
Es común observar que las veredas se acomodan a las necesidades de diseño de los terrenos del loteo. Esta práctica da como resultado aceras con diferentes alturas e irregularidades respecto de las calzadas, provocando diferencias de nivel entre la calle y vereda más allá de la correspondiente solera. Al llegar a la intersección se afecta la pendiente máxima de 12% exigida por la normativa para un rebaje peatonal.
Las vías peatonales accesibles deben ser el punto central a la hora de enfrentar un diseño urbanístico.
El éxito de la accesibilidad en los cruces peatonales dependerá del diseño base del proyecto en el área de las intersecciones. Para el caso de proyectos nuevos es muy importante que las municipalidades verifiquen que el diseño de las vías de movilidad (vehicular, peatonal y ciclovías si hubiesen) mantengan las mismas diferencias de cotas desde la calzada hasta la línea de edificación.
Estas 2 fotografías muestran veredas a un desnivel mucho mayor a una solera estándar. La diferencia de nivel entre calzada y vereda debe mantenerse a una altura no mayor que una solera para que se alcancen pendientes aceptables en la rampa que hará de encuentro con la calzada en el cruce peatonal.
En esta imagen se aprecian 2 veredas que no mantienen una diferencia de altura estándar con la calzada. Al llegar a la intersección se afectan los cruces peatonales exponiéndolos a pendientes excesivas e insalvables.
La Ley 20.422 (Chile – 2010) introduce los conceptos de diseño y accesibilidad universal, obligando a realizar un cambio de mirada hacia el cumplimiento de la normativa de accesibilidad en las vías públicas (calzada, veredas y ciclovías si las hubiere) por sobre los lotes o terrenos del proyecto. Esto se traduce en que los loteos deben absorber los desniveles, permitiendo que las aceras y calzadas corran a una altura no mayor a una solera estándar.
Estas 4 fotos muestran un diseño accesible donde las veredas se encuentran alineadas con la calzada, siendo las edificaciones las que se ajustan al terreno.
Soluciones de accesibilidad para entornos construidos en pendiente
En entornos construidos, donde las pendientes naturales del terreno crean conflictos con el desplazamiento peatonal, existen herramientas para realizar ajustes razonables y funcionales que aseguren una mejor movilidad hacia vías más practicables. Las intervenciones tienen que apuntar a solucionar de la mejor forma posible el desplazamiento de los peatones con discapacidad en especial de aquellos que se desplazan en silla de ruedas.
No basta con aplicar un “modelo” de rebaje de vereda para lograr un cruce peatonal accesible. Las soluciones deben ser más elaboradas. Si no se corrigen las pendientes y desniveles en la zona de la intersección de la vereda y calzada, el cruce peatonal no servirá a algunos peatones.
Las soluciones deben compensar los desniveles del terreno en las intersecciones para obtener resultados accesibles y funcionales.
Existen algunos recursos de intervención que pueden ayudar a resolver algunos puntos críticos de entornos construidos con intersecciones desniveladas o pendientes excesivas que resultan en cruces peatonales inaccesibles:
1.- Los cruces peatonales a nivel vereda compensan desniveles entre calzada y acera y cuentan con muy poca restricción de uso debido a la movilidad y accesibilidad que entrega a peatones en general.
2.- Los ensanchamientos de vereda en la zona de la intersección estrechan la longitud del área en que el peatón se enfrenta a condiciones desfavorables dando una longitud adicional para nivelar diferencias excesivas de alturas.
3.- La elevación de la calzada completa en el área de la intersección y sus condiciones de seguridad, es una alternativa que podría servir para nivelar ciertas zonas.
4.- No todos los cruces peatonales en las intersecciones se podrán resolver en forma accesible y es más seguro no intentarlo. La fotografía muestra un caso donde la pendiente previa al cruce resulta riesgosa para cualquier peatón (zonas con hielo en épocas del año). En estos casos la mejor alternativa es desplazar el cruce peatonal a una distancia equivalente donde se pueda resolver de mejor forma. La accesibilidad no se puede imponer a todo evento, resulta más útil considerar escaleras con pasamanos en algunos puntos críticos que forzar pendientes que solo causarán accidentes.
5.- En aquellas zonas de desniveles mayores, las soluciones de accesibilidad para los cruces peatonales se pueden alejar de las intersecciones, asegurando cruces cada 150 m. aproximadamente. Estos cruces deben estar bien señalizados y demarcados.
6.- Considerando la topografía del terreno, en algunos puntos la solución podría ser parcial, como por ejemplo utilizando una escalera de características accesibles que servirá para peatones, personas ciegas, adultos mayores, etc. y complementarla con una solución para usuarios de silla de ruedas, burritos, etc. en otro punto cercano más apto. La fotografía muestra una escalera utilizada para acceder a un parque. Los requisitos accesibles obligan a contar con pasamanos, un espacio antes de llegar a la calzada y una demarcación cebra que otorgue la prioridad al peatón al cruzar la calzada.
En entornos construidos más complejos como lo es el espacio público en pendiente, es necesario identificar y elegir al menos una ruta accesible que entregue la conexión hacia el sector al que se necesite dar acceso.
Otros conflictos en zonas de pendiente
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Estacionamientos de PcD en terrenos con pendiente
Los edificios de uso o atención a público que cuentan con estacionamientos deben reservar un número de estos espacios para personas con discapacidad. El diseño normado para estos espacios especifica que tanto la pendiente longitudinal como transversal de estos estacionamientos no puede ser mayor a un 2% y tienen que estar conectados hacia la circulación interior de la edificación.
La pronunciada pendiente transversal de estos estacionamientos no permite que una persona en silla de ruedas pueda efectuar la maniobra de ascenso y descenso del auto…. sencillamente se volcaría.
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Conexión a la edificación
Conectar accesiblemente un edificio a una vereda con fuerte pendiente natural puede ser un gran desafío. Cuando se incorpora esta variable como necesidad y requisito de diseño las soluciones resultan integradoras e innovadoras.
Todos los accesos individuales a la edificación se conectan accesiblemente desde la vereda. Un ejemplo de edificación comunicado a una vereda de fuerte pendiente natural.
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Áreas de descanso
Las veredas con fuertes pendientes naturales resultarán inaccesibles para muchas personas. Sin embargo, existen algunas acciones «mitigadoras» en beneficio de algunos peatones. Personas con movilidad reducida o adultos mayores requerirán de descansos en los trayectos difíciles. Generar áreas planas de descanso con asientos y sombra permitirá sortear con mayor facilidad las dificultades que presenta una topografía y urbanización con pendientes pronunciadas.
Área de descanso en una zona de pendiente permite el descanso para continuar el camino.
Más información relacionada en: Ficha 2: Vías peatonales accesibles