Este tipo de casos son los que provocan una «curiosa mezcla de sentimientos» al acercarse cada fin de año la Teletón. Más de treinta años asimilando que nuestra deuda con las personas con discapacidad queda saldada en un par de horas. Un pago de conciencia frente al tema olvidándonos que la responsabilidad como ciudadanos se presenta todos los días del año. Arquitectos, urbanistas, funcionarios, municipalidades, empresarios, comerciantes, diseñadores, paisajistas, choferes, etc…. aparte de mi donación anual ¿qué hago en concreto por equiparar mis derechos con los de las personas con discapacidad?

Necesitamos una ciudad, edificios, espacios públicos, plazas y juegos inclusivos, oportunidades laborales y mucho más… todas cosas que no necesariamente tiene un costo adicional si aprendemos a pensar en esto antes de trazar la primera línea de cada proyecto, empresa, servicio, etc. Tampoco tiene costo respetar los estacionamientos reservados para personas con discapacidad… solo requiere pensar primero en los demás. (Foto: El Mercurio – Respecto al pie de foto recordar que «minusválido» y «discapacitado» deben corregirse a «persona con discapacidad». )