Censo 2024 y discapacidad – Chile

Los datos del Censo 2024 (INE) sobre discapacidad resultan esenciales para la formulación y diseño de políticas públicas que beneficien directamente a las personas con discapacidad y sus familias.

Más de 1,9 millones de personas de 5 años o más en Chile tienen alguna discapacidad, lo que equivales al 11,1% de la población de ese grupo etario.

Estas estadísticas no deben interpretarse únicamente como números. Son señales de advertencia que apuntan a barreas físicas, sociales y culturales que enfrentan diariamente casi 2 millones de personas.

Es importante recordar que la discapacidad de un miembro de la familia impacta de manera directa y significativa en su entorno familiar, económico y social. La visión y cálculo de la discapacidad debe centrarse en toda la familia, no solo en la persona con discapacidad. Las familias con discapacidad tienen peores condiciones de vivienda, mayor pobreza y mayor inestabilidad. Sería interesante que el INE cruce las variables «discapacidad» y «hogar» para contar con una cifra más cercana a los «hogares que viven con algún miembro con discapacidad».

El Censo 2024 incluyó un set de preguntas elaborado por el Grupo de Washington para la medición de discapacidad en censos. Está compuesto por seis preguntas que indagan sobre la dificultad que experimentan las personas de 5 años o más para realizar actividades básicas. Se clasifica a una persona con discapacidad si declara tener mucha dificultad o no poder realizar alguna de las seis actividades básicas: ver, oír, caminar, recordar, cuidado personal y comunicarse.

Desglosando resultados sobre las personas con discapacidad

El 11,1% (1.950.388) de la población de 5 años o más tiene discapacidad.

El 58,4% corresponde a mujeres (1.138.899) y 41,6% a hombres (811.489).

El 7,1% de las personas con discapacidad tiene entre 5 y 14 años (138.997), 49,8% tiene entre 15 y 64 años (972.055) y 43,0% tiene 65 años o más (839.336).

Casi la mitad de las personas con discapacidad en Chile (49,8%) está entre los 15 y 64 años, es decir, en plena edad de estudio y productiva.

Más resultados:

Del universo total de personas entre 5 a 14 años, el 5,8% tiene discapacidad, entre 15 a 29 años el 5,2%, entre 30 a 44 años el 4,9%, entre 45 a 64 años el 12,5% y de las personas de 65 años o más el 32,6%

Un 32,6% de las personas mayores de 65 años tiene discapacidad, número que seguirá en aumento con la esperanza de vida al nacer en Chile que alcanza los 81 años en promedio.

Las regiones de Ñuble (15,3%), La Araucanía (13,3%) y del Maule (13,1%) presentan la mayor proporción de personas con discapacidad.

Las regiones con menor proporción de personas con discapacidad son: Antofagasta (8,3%), Magallanes (9,3%) y Tarapacá (9,5%).

La población con discapacidad tiene un promedio de 8,9 años de escolaridad, frente al 12,6 años de la población sin discapacidad. 

Dificultades por funcionamiento

El Censo considera a una persona con discapacidad cuando responde “Mucha dificultad” o “No puede hacerlo” a cualquiera de las seis preguntas relacionadas con dificultades para ver, oír, caminar, recordar, realizar cuidado personal o comunicarse. (La proporción total supera el 11,1% ya que es posible que una misma persona presente más de una dificultad.)

 Dificultad para caminar o subir escaleras:      5,2% – 908.712 personas

 Dificultad para ver incluso si lleva lentes:       4,8% – 847.000 personas

 Dificultad para recordar o concentrarse:        2,8% – 498.237 personas

 Dificultad para oír incluso si lleva audífonos: 2,3% – 399.070 personas

 Dificultad en el cuidado personal:                  1,7% – 302.103 personas

 Dificultad para comunicarse:                          1,1% – 199.711 personas

Conclusiones

Contar con información y estadísticas sobre discapacidad es la base para construir una sociedad más justa, donde el diseño universal sea una realidad y no una excepción. Incluir estos datos en la toma de decisiones públicas no solo es una obligación legal, sino un compromiso ético con los derechos y bienestar de la población

Esta cifra no solo refleja una realidad sino también reafirma el repensar cómo diseñamos nuestras ciudades, viviendas, servicios. Nos entrega la evidencia necesaria para que el diseño, la arquitectura, la planificación urbana y las políticas públicas sean verdaderamente accesibles e inclusivas para todas las personas.

El envejecimiento de la población y el porcentaje de personas con discapacidad y su impacto en las familias, exigen que cada infraestructura, espacio público, transporte, vivienda o servicio incorpore criterios de accesibilidad desde el inicio o adaptaciones según el caso.

El llamado es a incluir la accesibilidad como eje transversal en políticas de desarrollo urbano, salud, movilidad, educación, deporte, cultura, empleo y recreación.

Al diseñar para el promedio diseñamos para nadie. Los principios del diseño universal nos permiten crear soluciones que realmente incluyen a la mayor cantidad de personas posible.

Enlaces (INE):

INE – Sala de prensa

INE – Resultados