Iquique Ciudad Inclusiva (2) | Paseo Peatonal Baquedano
Continuando con la serie de publicaciones sobre “Iquique Ciudad Inclusiva” entregamos un diagnóstico sobre un sector muy visitado por turistas y público en general. Convertida en peatonal hace algunos años, la antigua calle Baquedano fue escenario de la época de oro del salitre. Recuperar su patrimonio histórico fue el objetivo del proyecto del paseo peatonal Baquedano, lugar que mezcla la vida pasada y actual de la ciudad, con una arquitectura que da cuenta de la época más gloriosa del salitre en Iquique.
La circulación peatonal se da por la parte central de la calzada ya que en la acera se concentran los servicios del comercio como cafés y restaurantes que la ocupan con mobiliario.
Acercándonos a la Plaza Prat pierde el gran atractivo que le otorga el ordenamiento de sus elementos debido al comercio informal, situación que debiera ser regulada por el bien de la circulación peatonal, el turismo y la necesaria mantención de una ruta accesible y continua.
Si la circulación ha sido definida por el medio de la vía, es importante que ésta no sea invadida por elementos dejados a azar como publicidad, bicicletas, etc. lo cual debe ser organizado, comunicado y fiscalizado adecuadamente por la autoridad.
En las intersecciones del Paseo Peatonal Baquedano con calles de uso vehicular se hace necesario una demarcación cebra que haga visible la preferencia peatonal y la advertencia de “zona 20” que prevenga sobre la afluencia de peatones en el área.
Demarcar las áreas de intersecciones ayudaría también a recordar la prohibición de estacionar a menos de 10m de la esquina, problema que se advierte reiteradamente en el sector, restando visibilidad a los peatones cuando cruzan.
Se observan algunos intentos de accesibilizar algunos edificios como el caso de este colegio que muestra una rampa fuera de norma e impracticable. Las exigencias de las nuevas normativas de accesibilidad obligan, en especial a establecimientos educacionales a buscar una solución practicable y definitiva.
Es necesario contrastar el desnivel que se produce en el encuentro entre la calzada original con la vereda ya que es un peldaño poco visible y peligroso en especial para personas de baja visión. Los topes que se observan en la foto derecha constituyen también obstáculos y riesgos importantes de caídas.
Los estacionamientos (foto derecha) requieren de un mejor ordenamiento entre los cuales se debe incluir al menos un espacio para personas con discapacidad al igual que en otras calles aledañas en donde esté permitido estacionar. Mayor información en Ficha de Estacionamientos.
La mantención de los espacios es un componente primordial si el objetivo es la práctica de la accesibilidad universal. En las fotos superiores se observan bases de quitasoles instaladas como obstáculos en el camino, superficies con desnivel en donde alguna vez hubo un árbol o bloques de adoquines sueltos, situaciones que ponen en peligro a los peatones y su circulación.
Anticipándose a la llegada del necesario transporte público accesible en regiones, es necesario que las paradas de buses, taxis y colectivos accesibles sean bien señalizados y habilitados para tomar y dejar pasajeros, considerando al menos que su instalación sea superior a 10 metros de cruces peatonales no semaforizados para una buena visualización del peatón. Ver Ficha de Paraderos
El análisis realizado está centrado en las “mejoras que faltan” y que son necesarias de adecuar respecto de la accesibilidad y un buen diseño universal. Sin embargo no podemos dejar de destacar este trabajo que se observa en el Paseo Baquedano que compensa y comunica accesiblemente el desnivel existente entre la vereda y calzada, aportando al lugar un trabajo de calidad y manteniendo las características patrimoniales del sector.
El gran aporte de nuestra normativa de accesibilidad (DS50-2015) fue el concepto de “ruta accesible”:
… y sus enemigos: los obstáculos, todo aquello que la interrumpe. ¡SÚMATE PARA NO OBSTACULIZAR!