Los días de elecciones son un mal recuerdo de horas de discusión y malos ratos cuando debes votar como persona con discapacidad y tu mesa se ubica en un inaccesible segundo o más piso (posteo elecciones2013). Estas #Elecciones2017 no fueron la excepción y volvieron a repetirse las peligrosas maniobras de subir a personas en sillas de ruedas por largas escaleras. Hay varios temas que se deben analizar y transparentar, antes de que ocurra algún accidente que tendrá, si o si, consecuencias graves (…y de las que nadie se hará cargo).
El «voto asistido» introdujo importes reformas y consideraciones para facilitar el voto a las personas (especialmente con discapacidades sensoriales)… pero esta «asistencia» comienza en la mesa de votación, omitiendo el «cómo llego hasta la mesa». Las autoridades promocionan el «voto asistido» pero lo único que dicen de la etapa previa es el derecho de «contar con un acceso expedito para la persona con discapacidad y/o su asistente» o peor aún: «Pide ayuda a Fuerzas del Orden Público para tener un acceso expedito y adecuado a la respectiva mesa de votación».
Conocemos y respetamos la disposición de nuestras Fuerzas Armadas pero no corresponde que deban levantar en andas a personas y subirlas pisos arriba y abajo. Llama la atención la reacción de periodistas y público… ajenos a los cambios, derechos y dignidad de las personas con discapacidad celebran la «vocación de servicio», «solidaridad» o «cómo le ponen el hombro» para «ayudar» a cargar estos bultos. Pocos ven a la persona y su derecho de chileno con discapacidad para llegar en forma autónoma hasta su lugar y mesa de votación.
Estas situaciones evidencian la inaccesibilidad de nuestros colegios y la mirada «asistencialista» que predomina en el subconsciente de la sociedad… grave punto para la inclusión.
Habilitar solo primeros pisos y asegurar el correcto funcionamiento de ascensores es una opción que hay que considerar con urgencia.
Si Servel y el Estado de Chile no son capaces de asegurar el cumplimiento del derecho a la autonomía de las personas con discapacidad implementando locales de votación plenamente accesibles debe avalar el llamado de Ciudad Accesible a exigir que el #ElVotoBaja, esto es, solicitar que representantes de la mesa bajen hasta donde se encuentra la persona, emita su voto, firme el libro y que alguien de su confianza acompañe hasta que su voto sea introducido en la urna.
Para nosotros el tema es simple, si seguimos insistiendo en transportar a personas en silla de ruedas pisos arriba lamentaremos en algún momento una tragedia, si no exigimos igualdad en el acceso universal al voto seguiremos siendo vistos como refrigeradores que cuatro personas de buena voluntad y vocación de servicio (y mucha fuerza) deben acarrear hasta su mesa de votación.
¿Quién se atreve a sumarse y defender el verdadero sentido de «inclusión» tan utilizado políticamente los últimos años? Que quede claro: Sin #Accesibilidad no hay «Inclusión… el resto solo palabras… Voto Accesible Ahora!
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Existiendo #accesibilidad es posible hablar de #inclusión. En este caso, con pequeñas asistencias, pero equiparando en lo posible el acceso al voto, una joven en silla de ruedas ejerció su derecho al voto por primera vez en un local accesible. Esto es lo que esperamos que ocurra en Chile en todos los lugares que se habiliten para votar.
