Adoquines, pavimentos y accesibilidad
A propósito de la repavimentación de la calle J. Miguel de la Barra frente al Museo de Bellas Artes en Santiago y la utilización de adoquines, surgió la idea del análisis de un material normalmente usados para destacar el carácter histórico de un sector.
Cuando se habla de accesibilidad universal no se pretende limitar o dar la impresión de prohibición de ciertos diseños o materiales. Al contrario, la idea es buscar las alternativas para que un diseño pueda adaptarse a las necesidades de acceso, desplazamiento y uso de todas las personas interfiriendo lo menos posible con la idea original.
En el caso de los adoquines, que ciertamente aportan carácter patrimonial e histórico a un sector, es un material que dificulta el desplazamiento a personas con movilidad reducida.
Los adoquines provocan inestabilidad a quienes tienen dificultades con la marcha y un desagradable zangoloteo en el cuerpo al usuario de silla de ruedas.
¿Cuál es la forma de utilizar materiales no aptos en una remodelación accesible?
En este cruce peatonal se cambia la superficie de adoquines en el trayecto del cruce peatonal y se prefiere un pavimento firme y estable que no pondrá dificultades al desplazamiento.
Lo mismo ocurre en los casos de las circulaciones peatonales, donde se delimita una ruta accesible cambiando a un material con condiciones favorables al desplazamiento.
La clave es combinar pavimentos y texturas que favorezcan la movilidad, el caminar o el desplazamiento en cualquier condición.