Periódicamente se realizan eventos artístico – culturales masivos en Santiago. Esta vez, en un lapso corto de tiempo, conocimos dos experiencias muy diferentes. La primera ocurrió en el Movistar Arena en la presentación de Journey. Pueden leer detalladamente en el blog de Jimena su experiencia como espectadora en silla de ruedas. Planificó y viajó a Santiago para asistir a este recital. Una experiencia bastante demoledora y desilusionante.
Con anterioridad dos personas en silla de ruedas nos habían comentado experiencias similares en Movistar Arena. Una fue ubicada detrás de un poste y otra que, al no contar con espacios de estacionamiento para personas con discapacidad, se vio en la obligación de estacionar bastante lejos, una noche de lluvia. Impulsar una silla de ruedas en estas condiciones equivale a llegar no solamente empapado sino también embarrado. El primer problema (y sin costo añadido) es la entrega de información, no es posible encontrarla en la página web de Movistar Arena y nadie tiene claridad sobre el costo de una entrada vs. la ubicación que te corresponderá como asistente en silla de ruedas. Tal como le ocurrió a Jimena, es una lotería la ubicación final y las posibilidades de quedar tu acompañante… también remotas.
El otro problema es conocer la ubicación y poder acceder a estacionamientos reservados para personas con discapacidad. Estos deben ser más anchos (normados por ley) y, por sentido común, ubicados cercanos a los accesos.
Ahora a lo positivo y esperamos sea ejemplo para futuros actos masivos en Chile. Los asistentes en silla de ruedas a Lollapalooza se encontraron con un panorama muy diferente. Marcaron la diferencia con la información disponible en la página web: Se identificaban los lugares disponibles para asistentes en silla de ruedas, sobre una tarima a la que se accedía por rampa y cercanas a los espectáculos.
Álvaro es quien mejor describe su experiencia:
«Si bien se ve un poco lejos el escenario, es solo el efecto de la cámara, ya que las plataformas estaban súper bien ubicadas. Se podría hacer un comunicado a todas las productoras de eventos de esta iniciativa que hubo en este festival, con espacios, baños y estacionamientos especiales para discapacitados. Solo tuve un problema, el lugar donde estaba la plataforma era resguardado por gente de seguridad, la cual era subcontratada por la productora. Los guardias no sabían para qué era la plataforma y no me dejaban entrar, me costó tiempo lograr que entendieran que ese era el lugar especial para gente en silla de ruedas. Otro buen tiempo me costó para que dejaran entrar a mi acompañante.»
«El avance es positivo, y solo depende de las autoridades que iniciativas como esta se vuelvan obligatorias, en vez de circunstanciales porque viene una empresa gringa e impone sus metodologías.»
*Una pequeña observación: La infografía describe el logo «silla de ruedas» como: «zona minusválidos»… cambiar por «sillas de ruedas» o «personas con discapacidad». También falta señalar ahí los estacionamientos reservados para PcD.
