Realizamos una visita al Museo Corbeta Esmeralda en la ciudad de Iquique para conocer sus posibilidades como punto turístico accesible para personas con discapacidad. El museo es una réplica exacta a escala de La Esmeralda que recrea en su interior todos los detalles del buque. Una visita que nos sorprendió gratamente…accesibilidad pensada en el origen, algunos detalles que destacamos con ánimo positivo para futuros proyectos pero que vale la pena conocer. Felicitaciones a minera Collahuasi por llevar a cabo este proyecto.
Accesos universales a la tienda y boletería. Sin desniveles sino con planos inclinados de suave pendiente.
Baños disponibles que, si no fuera por algunos errores de instalación de artefactos en el interior, serían de uso universal. Bien pensados. Buen ancho de puertas y dimensiones interiores.
Los errores de implementación en su interior son: el pedestal del lavamanos que impide la aproximación, el espejo que debería comenzar inmediatamente después del lavamanos, la manilla de pomo de la puerta que debería ser de palanca y al menos una barra de apoyo fija a la pared al costado del WC. Al menos las dimensiones interiores permiten hacer uso de él.
El acceso es a través de torniquetes existiendo el acceso alternativo para sillas de rueda.
Sin obstáculos y a través de un plano inclinado se hace acceso al deck que llevan hasta las puertas de acceso al buque.
Un pequeño desnivel entre el deck de acceso y el buque se salva mediante una rampa integrada en el piso.
En el ingreso y en varios puntos del buque se encuentran videos con relatos históricos y descriptivos. Acogieron la sugerencia de incorporar en el video la interpretación en lengua de señas.
Todos los pasillos de este nivel permiten un desplazamiento sin problemas. Cada detalle sorprende por su realismo.
Camarote del comandante. Cada detalle dispuesto como si fuera el día 20 de mayo de 1879 un día antes de su hundimiento.
Sobre la cubierta de máquinas, el comedor, dormitorio y sala de estar. Durante el día se ocupaba con bancas y mesas plegables, en la noche, plegadas las mesas, el espacio es ocupado por las hamacas que se colgaban de unos ganchos de fierro.
Acá termina el recorrido bajo cubierta.
Existe la alternativa de subir por medio de este sillín salva escaleras a cubierta. Una buena opción para adultos mayores o personas con dificultades para desplazarse. No es opción para sillas de ruedas pero lo interesante y bien logrado de este museo hace que la primera parte valga la pena. Quizás una plataforma salva escaleras hubiera sido una alternativa más universal para poder optar por subir a cubierta en una silla de ruedas eléctrica, desconocemos si se daban las características técnicas para ello.
En cubierta siguen las sorpresas y a pesar que este sector no puede ser visitado por algunas personas el 50 % restante es más que recomendable.
Agradecemos la compañía y disposición de don Iván Valdivia que nos acompañó ese día en este recorrido.
Información de visitas: www.museoesmeralda.cl
