Amplia repercusión mediática tuvo la carta enviada a El Mercurio por Don Francisco criticando la experiencia de los pasajeros con movilidad reducida en el Aeropuerto Internacional de Santiago. Además de comentar sobre las dificultades para recorrer las extensas distancias que existen entre el ingreso del terminal internacional y la puerta de embarque (3.500 pasos) fue testigo de una inusual situación donde una persona con movilidad reducida debía ir personalmente a buscar la silla de ruedas para su traslado en el interior del aeropuerto.
Desde Nuevo Pudahuel respondieron que tomaron conocimiento del caso recabando antecedentes sobre las deficiencias detectadas en el protocolo de comunicación entre la aerolínea y la empresa Motion, que provee el servicio de asistencia de movilidad.
Pero los problemas no van solo por las distancias, las sillas de ruedas disponibles para pasajeros con movilidad reducida y la asistencia de movilidad.
Para los usuarios de sillas de ruedas (aquellos que no caminan ni se sostienen de pie) quedan demasiados temas pendientes. Viajar en esta condición se transforma en una situación estresante que dura hasta llegar a destino y ver que tu silla llegó en buenas condiciones. Algunos de los problemas recurrentes y que hemos vivido durante décadas sin cambio alguno son:
1.- Dónde debes entregar tu silla de rueda personal.
Normalmente te obligan a entregar tu silla en el caunter y cambiar a una silla del aeropuerto con un asistente que te llevará de ahí en adelante.
La silla personal se tiene que entregar en la puerta del avión y la línea aérea debe gestionar su embarque y entrega en la puerta del avión en el destino.
La razón es simple. La silla de ruedas es un objeto que funciona a tu medida, algunos requieren respaldos especiales o cabeceras ya que no hay suficiente control de tronco o para ir al baño antes de embarcar necesitas la medida de tu silla con la cual estás entrenado para transferirte al inodoro. Son razones de todo sentido común, pero hasta hoy se transforma en una discusión que toma horas y a veces sin resultados.
2.- Protocolo sobre baterías de sillas de ruedas.
Más pérdida de minutos en la fila son las interminables consultas y dudas sobre las baterías de las sillas eléctricas. Las baterías de gel solo necesitan ser desconectadas antes de embarcarlas y las de litio se pide que el propio pasajero las lleve en la cabina. Pocos están informados y el intercambio de consultas se hace interminable. Aún se piensa que se viaja con baterías de ácido!

3.- Uso de orugas para subir pasajeros en ausencia de mangas de abordaje.
La oruga es un equipo inseguro y rompe el derecho a la autonomía de la persona. En países donde el cumplimiento legal es riguroso vemos rampas de embarques que se movilizan de la misma forma como lo hacen con las escaleras de abordaje.
4.- Sillas de pasillo. De dudosa calidad y mantención. La mayoría de las sillas de pasillo que se utilizan son inestables, sin cinturones ni sujeciones para piernas, tronco y cabeza. La ayuda para transferir dentro del avión queda a la suerte y buena voluntad de la tripulación. En Estados Unidos te acompañan dos asistentes, preparados y capacitados para transferir en forma segura al pasajero.
5.- Solicitar un asiento en primera fila para tener el espacio para asistir o hacer la transferencia de mejor manera ya es una batalla perdida. Hemos terminado con moretones intentando elevar a la persona entre los asientos para acomodarla sin personal entrenado para asistir en estas maniobras.
Ninguno de estos temas se alinea con la ley 20.422 que asegura el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad. Se entiende por igualdad de oportunidades la ausencia de discriminación por razón de discapacidad y la adopción de medidas de acción positiva orientadas a evitar o compensar las desventajas de una persona con discapacidad para participar plenamente en la vida política, educacional, laboral, económica, cultural y social.
La información que provee actualmente la página web del aeropuerto Nuevo Pudahuel redirige a los siguientes links:

Pasajeros con movilidad reducida: https://www.nuevopudahuel.cl/asistencia-de-movilidad
Discapacidades invisibles: https://www.nuevopudahuel.cl/aeropuerto-para-todos
En esta línea, El Ministerio de Defensa; Subsecretaría para las Fuerzas Armadas publicó el 26 de Octubre del 2018 el DECRETO 369 el cual aprueba el Reglamento para el transporte aéreo de personas con discapacidad, con movilidad reducida, orgánicamente descompensadas, agónicas o inconscientes para que se adopten medidas y ajustes necesarios para no incurrir en prácticas discriminatorias en la prestación del servicio de transporte aéreo.
En caso de infracción, se puede ejercer la acción especial contemplada en la ley ante el Juzgado de Policía Local del domicilio del afectado.
Compartimos algunos de los 28 artículos interesantes de conocer a la hora de planificar un viaje a través de un transporte aéreo:
Artículo 8º. Las personas con discapacidad, con movilidad reducida y sus acompañantes, tendrán derecho a requerir asistencia de parte del personal de la empresa aérea, en el proceso de embarque, desarrollo del vuelo y desembarque, encontrándose este último obligado a otorgársela con la mayor diligencia y en condiciones de máxima autonomía posible.
Artículo 9º. La empresa aérea deberá proporcionar facilidades de embarque y desembarque adecuados para las personas con discapacidad o con movilidad reducida y sus acompañantes, utilizando en forma preferencial elevadores mecánicos, rampas, sillas orugas u otros dispositivos adecuados que conserven la autonomía de la persona y que se encuentren disponibles en el aeródromo o terminal de transporte aéreo. (Lamentamos informar que las sillas orugas no responden a elementos que conserven la autonomía de las personas)
Artículo 10º. Las personas con discapacidad o con movilidad reducida y sus acompañantes, tendrán derecho a que durante el viaje sólo las ayudas técnicas necesarias para su movilidad o desplazamiento sean guardadas junto a ellos o cercana a sus asientos, garantizando su oportuna y pronta disponibilidad, y adoptando las medidas necesarias para resguardar las mismas evitando su daño o deterioro, como asimismo la seguridad del resto de pasajeros y la tripulación.
En el caso de sillas de ruedas mecánicas, las personas con discapacidad tendrán derecho a solicitar que sean despachadas junto al equipaje, debiendo la aerolínea tomar el mayor grado de diligencia en el transporte de estas. No existe claridad en este artículo. Las personas deben poder llegar a la puerta de embarque con su silla y de ahí el proceso de desmontaje y traslado a bodega debe corresponder a un protocolo interno entre el aeropuerto y la aerolínea.
Artículo 11º. Las personas con discapacidad y con movilidad reducida, tendrán derecho a que la empresa aérea les proporcione las facilidades que requieran para su traslado hacia y desde los asientos asignados con sillas de ruedas si corresponde, en su desplazamiento dentro de la cabina, en los procesos de embarque y de desembarque, debiendo brindárseles una atención preferencial y con la mayor diligencia con respecto al resto de los pasajeros.
En aquellos casos en que la persona con discapacidad lo estime necesario, podrá solicitar a la empresa aérea los servicios, equipamiento o acomodación especiales que requiera, en el plazo establecido en el inciso primero de este artículo.
No obstante, el transportador estará obligado a otorgar facilidades para el traslado de la batería para silla de ruedas eléctrica personal. (También debe corresponder a un protocolo establecido)
En ningún caso podrá exigirse a las personas con discapacidad visual que viajan acompañadas de perros de asistencia, notificar a la aerolínea de forma anticipada a su vuelo dicha situación, sin perjuicio que, para los efectos de seguridad y programación del vuelo, puedan comunicar de forma anticipada al transportador.
Los protocolos deben ser claros y simples de entender, tanto para los funcionarios y las líneas aéreas como para los pasajeros usuarios de silla de ruedas.
Hoy domingo 30 de abril se publica una carta en El Mercurio enviada por René Kreutzberger, hermano de Don Francisco donde se repite la misma experiencia.
Reconocemos que Nuevo Pudahuel avanzó en aspectos que facilitan la circulación y uso de los espacios para personas con discapacidad, sin embargo las peores trabas se encuentran aún en temas de gestión y coordinación.
Urge apurar el tema ad-portas de los juegos Parapanamericanos 2023 y de los cientos de pasajeros con discapacidad que quisieran ver resueltas las trabas que deben pasar cada vez que tienen que viajar en avión.