Hace 35 años que tengo el privilegio de pasar largas temporadas en Puerto Varas, acompañada por un grupo familiar que suma a dos en sillas de ruedas y en forma transitoria a coches de guagua y adultos mayores de avanzada edad. Fue una de las primeras ciudades de Chile en mostrar una incipiente accesibilidad reflejada en los primeros cruces peatonales rebajados que vimos en el país y cabinas telefónicas accesibles, toda una novedad en aquellos años.

Tempranamente también, en comparación con el resto del país, aparecieron estacionamientos reservados para PcD en la vía pública. La mayoría de ellos no los pudimos utilizar ya que su diseño, adosado a jardineras, no permitían bajar una silla de ruedas por el lado del copiloto. Este temprano desarrollo accesible no alcanzó al comercio, el que a pesar de remodelaciones, mantuvieron uno o más peldaños en sus accesos.

Llegaron las primeras cadenas de supermercados… horas de conversaciones en Lider, que demoró  años en normalizar su estacionamiento a la medida legal o con Santa Isabel donde no se podía entrar por barreras en su acceso para evitar el robo de carros.

El edificio del Casino nos devolvió la fe por un momento. Construido con un diseño muy accesible, llamaba la atención una rampa interior de bonito diseño que daba acceso al Bar Restaurant ubicado en desnivel…detalle poco usual de considerar en esas épocas (rutas accesibles interiores). El contraste fue encontrarnos con el acceso al Hotel del Casino, construido algunos años mas tarde. Incumpliendo toda norma el acceso era con 3 peldaños y un ¡sillín salva escalera! como método accesible de ingreso.

Varias veces hicimos amago de entrar con todo el equipo de sillas de ruedas familiares para causar conflicto en la recepción…algo así como un “bullying accesible” para hacer visible la ilegalidad. Luego de una carta bien elocuente a los administradores, además de una denuncia a la DOM (la que nunca fue respondida, seguramente para no responsabilizarse por el permiso otorgado) retiraron el sillín y se instaló una rampa metálica de pendiente insalvable que recordará para siempre a un arquitecto que no conocía de normas ni de accesibilidad y a una Dirección de Obras incompetente en esta materia.

Así nos fuimos alegrando o decepcionando cada año de las novedades que encontrábamos. Hace un tiempo se construyó un nuevo Supermercado Santa Isabel (camino a Alerce), con excelentes estacionamientos, azules, bien demarcados y señalizados…. fue el elegido para nuestras compras.

Otra tremenda decepción fue el Centro Comercial Doña Ema, sin acceso a la mayoría de los locales comerciales y un segundo piso donde ahorraron en el ascensor… (que por ley se debería haber exigido). La página web del centro comercial informaba de 70 estacionamientos, lo que correspondería a 3 espacios exclusivos para personas con discapacidad. Se ejecutó solo uno con las dimensiones normadas más uno angosto con cruz de malta y uno de uso exclusivo para el Gerente (¿?) Ver documento enviado a DOM Puerto Varas

Frustradas ganas de vitrinear algo de ropa outdoor…todas tiendas inaccesibles…(aburre probarse ropa en la vereda)…Benetton, Patagonia, Lippi, The North Face, etc. las preferencias fueron a Rockford, única tienda accesible de ese rubro y dónde, por compromiso familiar, cuando hay que comprar algo, de ahí somos!

Este año repetimos la rutina, sorpresas agradables y otras decepcionantes (aún seguimos empatando…la accesibilidad no gana terreno!). El aún en construcción mirador frente al Hotel Casino… imperdonable oportunidad desaprovechada para haber contemplado un acceso a la playa… faltaron poquísimos metros de rampa y habríamos contado con al menos un sector de playa accesible. Tiene otras fallas de accesibilidad como ausencia de pasamanos funcionales. A muchas personas mayores se les complicará disfrutar de este lugar (aún en construcción al momento de irnos esperaremos para un análisis mas profundo).

Lo feo…el acceso principal al nuevo Mall Paseo Puerto Varas. Una buena rampa que termina en una barrera anti-robo de carros… tome vuelo y apúntele para lograr traspasarla en silla de ruedas. Un segundo acceso con igual barrera y una rampa … de 20,7% de pendiente!  (Falló el arquitecto, el revisor independiente y el director de obras). Los estacionamientos para PcD en el mall pasaron la prueba, bien ubicados, cercanos al acceso, correcto diseño y señalización…. pero la accesibilidad es una cadena y al fallar el acceso por la vereda la evaluación no puede ser positiva.

El año pasado (2015) tuvimos que retirarnos del Restaurant La Marca, no se podía entrar en silla de ruedas. Este año volvimos… se había hecho un acceso posterior desde los estacionamientos (la calle tiene una tremenda pendiente natural). La atención y comida excelentes, recibiendo nuestras felicitaciones por las gestiones de accesibilizar el lugar.

En el mismo sector se construyó un edificio de oficinas (Patagonland), lo que alcanzamos a apreciar desde la calle fue una notable solución para dar acceso a los locales comerciales en el primer piso. Se utilizó la vereda a modo de rampa natural para conectar a los accesos. La pendiente del lugar hace el sector casi inaccesible para circular en forma independiente, pero a pesar de ello se trabajó en una excelente solución.

Lo mejor para finalizar … un circuito peatonal en el centro con cruces rebajados de muy buen diseño…difíciles de encontrar en otros lugares. Gestionados por los Rotarios de Puerto Varas tuvimos la oportunidad de evaluar su diseño en la etapa de proyecto. Su ejecución fue todo un éxito… anchos como el cruce demarcado en la calzada, de suaves pendientes, cota cero, etc. se aprecia una mejor facilidad de circulación en el flujo peatonal. Todos se favorecen con un buen diseño accesible. Excelente también los 3 estacionamientos públicos demarcados, señalizados y conectados directamente a la vereda.

Con todas estas vivencias (in)accesibles, Puerto Varas sigue siendo, al menos para mi, la mejor ciudad de Chile y mis hijos y nietos continúan la tradición de pasar allí el máximo de tiempo posible. No me cabe duda de que si las autoridades hubieran sido rigurosas y los arquitectos hubieran dominado conceptos básicos de accesibilidad estaríamos ahora en un nivel mucho más alto.

El gran pendiente por ahora es lograr una playa accesible, la ciudad se lo debe a su gente. El acceso a la playa requiere un buen estado físico y mucho equilibrio, dejando en situación complicada a adultos mayores, coches de niños o personas con discapacidad. La Costanera carece aún de cruces peatonales rebajados, el sector debiera contar con cruces continuos hacia la vereda del lago para privilegiar un sector que es netamente peatonal y turístico.

Algunas fotos guardadas en el tiempo: