Todos somos Accesibilidad
Cuando nos mencionan la palabra accesibilidad lo primero que se nos viene a la cabeza es una silla de ruedas y un profesional de la arquitectura. Pero no es así: Todos somos accesibilidad.
Hace algunos días fuimos contactados por el Centro General de Padres y Apoderados del Colegio Carpe Diem de Castro, Chiloé, quienes estaban interesados por incluir algunas medidas para mejorar la accesibilidad del Gimnasio Municipal de Castro, recinto que sería utilizado para la celebración del Día de la Familia 2015.
Este Gimnasio es bastante hostil para personas con discapacidad, sobre todo física e impensable para realizar algún deporte adaptado en él. No se puede acceder en forma autónoma y dificultosos para adultos mayores, usuarios de bastón, etc; sus camarines, aunque amplios no son usables por personas en alguna condición de discapacidad y sus baños tampoco son accesibles. En las graderías no existen espacios para que las familias con coches de guagua puedan asistir a estos eventos en armonía con el resto de espectadores. Tampoco cuenta con estacionamientos reservados para personas con discapacidad y las boleterías se encuentran después de salvar más escalones y sus alturas inalcanzables desde una silla de ruedas. Todas estas barreras dificultan también la evacuación ante una posible emergencia. Afortunadamente para todos los que vivimos y visitamos Castro, a la fecha se encuentra en proceso de licitación por ampliación y mejoramiento, presentando considerables avances en accesibilidad aunque mantiene algunos puntos críticos que hemos detectado en el proyecto licitado.
Allí se realizan competencias deportivas, mayoritariamente basquetbol y boxeo, muy populares y masivas en la comuna y en la provincia de Chiloé y también es ocupado por colegios para celebrar algunos eventos masivos, como es el caso que nos ocupa. Pues bien, nos reunimos con una representante del CGPA y disponíamos de una semana antes del evento, el día 13 de noviembre, para elaborar e instalar rampas provisorias, estacionamiento reservado y espacios preferenciales para usuarios de silla de ruedas como espectadores.
Se midieron los escalones a salvar en el acceso principal en dos tramos y se pensó en dos rampas provisorias con la menor pendiente posible. Se pensó también en alguna señalización sencilla para el estacionamiento, el acceso y los espacios reservados entre el público.
Finalmente, las rampas fueron elaboradas con terciado y rebordes de metal, con goma antideslizante, ambas de ancho 1,20 m y resultando una pendiente de entre 11 y 12% para la más larga, que hubiera requerido de un mayor desarrollo e incluso descanso, pero complicado de implementar en tan poco tiempo y presupuesto. Con la rampa más corta se logró un 10% de pendiente. Apenas instaladas fueron estrenadas para transportar los equipo de sonido, porque la accesibilidad es para todos, claro.
Para el estacionamiento reservado para personas con discapacidad se pegó una hoja de papel plastificada con el símbolo internacional de accesibilidad (SIA) en el muro, en un lugar cercano a la rampa de acceso, para el ascenso y descenso de una silla de ruedas desde un vehículo con comodidad y seguridad y sin interferir el posible flujo de personas. Sencillo ¿cierto?
Por último, se habilitaron 3 espacios para espectadores usuarios de silla de ruedas entre dos filas de butacas que estaban a pie de cancha del Gimnasio, señalizándose con otra hoja de papel, también con el símbolo de accesibilidad. Así, los tres podrían participar junto con sus acompañantes. Fácil y resuelto.
Aquí no hubo mayor complejidad y con estos simples detalles, realmente se podía invitar a todos a un evento familiar. Todos somos accesibilidad.
Es cierto que con más tiempo y planificación, también con un mayor presupuesto, se hubiera podido pensar en arrendar uno o dos baños accesibles portátiles y en añadir al afiche del evento alguna frase para dar a conocer estas medidas, como, por ejemplo: Con acceso y estacionamiento PcD, o simplemente añadiendo en algún lugar un símbolo de accesibilidad, pero lo más importante, es que existió la voluntad de considerar a todos en esta iniciativa, ejemplar para otros Centros de Padres y Apoderados. Todos somos accesibilidad.
De las direcciones y CGPA de establecimientos educacionales, también nacen proyectos, como laboratorios, invernaderos, salas de computación, entre otros que postulan a fondos o beneficios para el colegio. Pensar en invernaderos inclusivos y accesibles, en elegir mobiliario adecuado para estos laboratorios o salas de computación de manera que consideren a todos los alumnos presentes y futuros, con independencia de su condición física, sensorial o cognitiva, no es difícil ni más costoso: Si todos exigiéramos diseño universal para este mobiliario, los fabricantes desecharían de a poco sus productos estándar por ser poco rentables y poco demandados y se dedicarían a elaborar esos nuevos productos que tanto les están solicitando. Todos somos accesibilidad.
Felicitamos al Centro General de Padres y Apoderados del Colegio Carpe Diem de Castro por esta innovadora iniciativa de implementar medidas de accesibilidad provisorias en un espacio público que no las tenía para celebrar un evento familiar dando así la bienvenida a todo aquel que quisiera asistir. A esto se le llama igualdad de oportunidades y este CGPA lo consideró y lo ofreció. Tomen nota. Todos somos accesibilidad.
Cristina Sanjuan F.
ChiloeAxeSOS
Colaboradora | Ciudad Accesible