Estrategias de accesibilidad en entornos construidos
El año 2015 se promulgó el Decreto 50 (DS50/2015) que actualizó la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones a la Ley 20.422. Este decreto trata específicamente temas de diseño y accesibilidad universal tanto para espacio público como para edificación de uso o atención a público.
Esta normativa entrega lineamientos importantes promoviendo un diseño que puede ser usado por personas de todas las edades y habilidades, independiente de sus condiciones de movilidad o sensoriales. Es así como todos los nuevos proyectos a partir del Marzo del 2016 se rigen por este decreto.
A 5 años del DS 50 es necesario hacer el análisis entre proyectos nuevos y entornos construidos. El DS50/2015 entrega normas de diseño bastante claras y ejecutables para los casos de nuevos proyectos. Sin embargo para los casos de entornos construidos, no colabora en un gran número de situaciones. Esta rigidez en las excepciones de la norma frustra varios intentos de buscar soluciones innovadoras y accesibles. Los ajustes razonables tienen que responder con un criterio cuyo objetivo sea dar respuesta al desplazamiento cómodo y continuo de todos los peatones.
Cuando se adaptan entornos construidos se requiere la evaluación particular caso a caso. Se deben buscar soluciones creativas y evaluar las diferentes alternativas para cada situación ajustándose lo mejor posible al DS50/2015. Los ajustes tienen como objetivo que las soluciones “funcionen” para todos los ciudadanos.
Los cruces peatonales en entornos construidos son uno de los desafíos más importantes de resolver a la hora de realizar las adaptaciones y aplicar ajustes razonables. El diseño escogido debe entregar la seguridad y accesibilidad de todos los ciudadanos.
Los diseños han evolucionado con el correr de los tiempos. Bien lo explica Nacto en esta gráfica:
ANTES DESPUÉS Fuente NACTO
Los primeros rebajes de vereda fueron construidos en las esquinas de los cruces, conducían al centro de éste y fuera de las líneas demarcadas como área de espacio para el peatón (Fig izq.). Hoy en día, lo mínimo esperable es un cruce rebajado coincidente con la demarcación y enfrentado longitudinalmente con el rebaje opuesto (Fig der.). Las esquinas se ensanchan para dar más espacio a las áreas que congregan la circulación peatones más la de aquellos en espera de un cruce. A su vez el espacio adicional permite actualizar de mejor manera los cruces peatonales a la accesibilidad.
Una mirada aun más innovadora incorpora pasos continuos a nivel vereda. El diseño refuerza la importancia del peatón como protagonista de la pirámide de movilidad entregándole mayores facilidades y seguridad en el desplazamiento (Fig der. abajo).
ANTES DESPUÉS Fuente NACTO
A continuación se muestran 4 casos respecto a experiencias en terreno y posibles soluciones de adecuación:
CASO 1 | Rebajes en veredas angostas, cuando la accesibilidad mal ejecutada afecta la circulación de todos.
La foto izquierda muestra una intersección y cruce peatonal con un diseño poco accesible. El modelo aplicado tiene 4 errores básicos:
Análisis:
- Obstruye la vereda interfiriendo su pendiente longitudinal.
- No da espacio para que una persona en silla de ruedas finalice su recorrido en un área plana (mín. 1,2m).
- No existe demarcación visible en la calzada para el área de cruce, situación que deja a los peatones en una condición vulnerable respecto al automóvil.
- En el encuentro de la calzada con la vereda se forma una “depresión” inaccesible y muy peligrosa al cruzar de una vereda a la otra, especialmente para usuarios de silla de ruedas.
Adecuación:
La foto derecha muestra una alternativa que mejora varias de estas condiciones:
- Se desplazan levemente los cruces peatonales rebajados de las esquinas en busca de mejores condiciones para la continuidad de la ruta accesible a través de la calzada.
- Amplía el área de la esquina dando continuidad a la ruta accesible (vereda).
- Otorga el espacio plano que se requiere al final del rebaje.
- La terminación calzada – vereda se cuidó para que quedara sin una depresión en el encuentro.
- El trayecto del cruce peatonal (rebajes y calzada) responde a las condiciones de “ruta accesible” en cuanto a su definición de pavimento estable, sin elementos sueltos, superficie homogénea, antideslizante, libre de obstáculos, gradas o cualquier barrera que dificulte el desplazamiento o la percepción del recorrido.
Es necesario otorgar valor e importancia a la demarcación de los cruces peatonales en intensidad y durabilidad. Estos entregan la visibilidad y prioridad de desplazamiento que el peatón necesita y colaboran en su seguridad.
CASO 2 | Cruces en áreas con pendientes
La imagen muestra un cruce peatonal con pendiente trasversal. Para usuarios en silla de ruedas esta pendiente es perjudicial, desviándolos constantemente a favor de la pendiente.
Análisis:
- Si los trazados viales originales no contemplaron la trayectoria de las veredas al mismo nivel que la calzada, el resultado dará cruces peatonales con una pendiente transversal que “inclina” al usuario. Esto es especialmente perjudicial para peatones en silla de ruedas. Mayores detalles en la publicación: “Accesibilidad en terrenos con pendiente”
Adecuación:
- En estos casos la alternativa implica una costosa intervención y remodelación completa de la intersección para nivelar las veredas con la calzada.
- Sin embargo, si se requiere responder a una solicitud puntual de accesibilidad para un vecino y no se puede esperar años por una remodelación completa, un recurso útil es buscar la ruta más adecuada y cercana para ejecutar un cruce en un lugar nivelado.
- Los cruces peatonales a nivel vereda es un recurso para nivelar áreas en pendiente. La solución para el peatón debe considerar su seguridad y la de los conductores. Mayores detalles en la publicación “Gestión del Tránsito a Través del Diseño”.
En áreas con pendientes es importante enfocarse en entregar accesibilidad a calles y veredas que corren perpendicular a la pendiente, buscando conectar al usuario con discapacidad con una parada de transporte público accesible que lo conduzca a su destino.
CASO 3 | Conexiones accesibles de los itinerarios
La imagen muestra el punto de encuentro de la vereda + paraderos + cruces peatonales. Esta fotografía corresponde a un sector contiguo a un colegio. Se muestra un cruce peatonal débilmente demarcado, rebajes inadecuados y veredas descontinuadas.
Análisis:
- Uno de los lugares de congregación de público más importantes de atender son los colegios. El acceso universal a la educación pasa también por opciones accesibles de acercamiento a través de las veredas, paradas de transporte y estacionamientos accesibles, entendiendo que los trabajos en este sentido colaboran con la seguridad de todos los usuarios.
Adecuación:
- Las dos paradas del transporte público que conectan al colegio son accesibles, sin embargo es necesario mejorar el itinerario de conexión entre colegio, paraderos (oriente y poniente) y el cruce peatonal.
- Un cruce peatonal nivel vereda haría accesible este cruce además de mejorar la visibilidad del estudiante y lograr reducir la velocidad vehicular.
Utilizar una demarcación llamativa (pintura que dure y se mantenga) y dispositivos de cruce, como los de la imagen con encendido de la señalética peatonal favorece la seguridad del peatón.
Es importante considerar el cruce peatonal como un “puente” que entrega la seguridad y accesibilidad que los peatones necesitan. La ejecución de los rebajes y su demarcación deben ser simultáneos al igual que cuando se realizan los cruces peatonales a nivel vereda. Una buena demarcación aporte mayor seguridad y visibilidad al peatón.
CASO 4 | Ensanchamientos puntuales de veredas
Análisis:
- Las veredas angostas o con obstáculos presentan conflictos graves para el desplazamiento de personas con discapacidad. En general se proyectan arreglos a largo plazo y pasan años y décadas antes que algunos vecinos vean solucionados los conflictos que les impide circular por sus vecindarios y llegar a su destino.
Adecuación:
- Una alternativa es el ensanche puntual en los lugares donde se provocan los conflictos. Lo positivo es que se responde con una medida de rápida solución. Lo negativo de esta solución es el inconveniente de romper los trazados rectos y el conflicto que podría significar para personas ciegas.
Foto izquierda: muestra la habilitación de un espacio plano adicional de 1,2 m para realizar el giro y continuar el trayecto. Foto derecha: muestra la habilitación de la ruta accesible mínima de 0,90 m. ante la presencia de un poste.
Las ampliaciones puntuales de veredas permiten otorgar el espacio que se requiere en algunas maniobras. La foto izq. muestra la ampliación de la vereda para dar el área plana que se requiere antecediendo la rampa del rebaje. La foto der. desvía la ruta accesible (vereda) por detrás del paradero para no interrumpir un espacio muy concurrido de espera.
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